LOS
LUNES
AL
DO

Robos y secuestros musicales

Comenzamos este repaso sobre algunos de los robos más destacados de la historia de la música con uno muy sonado, sucedido hace ya 10 años. Se trata del hurto de una de las reliquias más valiosas de la Catedral de Santiago de Compostela y joya bibliográfica del medievo español: El códice Calixtino.

Congaudeant Catholici constituye uno de los primeros registros polifónicos incluidos en este manuscrito del siglo XII. Ni que decir tiene que nos encontramos ante una obra magna que, no solo es valiosa en cuanto al aspecto musical se refiere, sino que el Códice, constituye una pieza clave para el conocimiento de muchos aspectos de la vida y cultura del siglo XII.

Volviendo a nuestra historia, nos trasladamos al 5 de junio de 2011. Como cada día, el medievalista del Archivo de la Catedral de Santiago de Compostela caminaba tranquilamente en su ronda por las instalaciones antes de cerrar. De pronto, reparó en que la caja fuerte en la que se encontraba el Códice Calixtino tenía las llaves puestas. Rápidamente la abrió y se dio cuenta de que el manuscrito no estaba. Apresuradamente llamó al Dean quien llegó con la lengua fuera y empezaron a registrar toda la estancia. Allí no estaba. Dieron aviso a la policía y en ese mismo momento empezó El misterio del Códice.

Se trataba de un robo de manual. Nada forzado, las llaves puestas… Esto era obra de alguien que, desde luego, conocía bien el templo ¿De quién podía tratarse? Resultó ser un electricista (JMFC) que, tras trabajar 25 años en el mantenimiento de la catedral, había sido despedido —en el año 2005— y guardaba una copia de las llaves de la cámara acorazada. 

El preciado botín fue encontrado por la policía un año después oculto en el garaje de una ciudad dormitorio próxima a Santiago, envuelto en el mismo paño blanco usado durante el robo. Era el garaje de su secuestrador, el electricista, quien fue llevado a prisión. Lo más curioso de todo es que finalmente, el ladrón del códice Calixtino fue condenado a 190 años de cárcel, no por robar el manuscrito, sino por robar durante años la correspondencia de sus vecinos

Dejamos la capital gallega para viajar a otro lugar y otra época. Nos vamos a finales del siglo XVIII para hablar del compositor catalán Ramón Carnicer. Carnicer nació en Tárrega y desde pequeño, mostró grandes dotes musicales. Continuó su formación en Barcelona donde estudió composición y órgano y pronto entró en contacto con el repertorio operístico por el que rápidamente sintió una gran admiración. 

Ya a comienzos del siglo XX, la Guerra de la Independencia le obligó a huir a Mahón donde trabajó como organista y profesor de canto y piano. Unos años después, al finalizar la guerra, regresó a Barcelona y empezó a ganar prestigio como empresario, gestor musical  y como compositor. Entre otras cosas, alcanzó un gran éxito por la obertura que escribió para el estreno del Barbero de Sevilla en Barcelona. Tal era su fascinación por el género operístico que hizo borrón y cuenta nueva. Quemó todo lo que había compuesto hasta entonces, su música religiosa, sus himnos.. y empezó a componer óperas. 

Por sus ideas políticas, Ramón Carnice tuvo que exiliarse. Pasó una época en Gran Bretaña y Francia hasta que en 1927, regresó a Barcelona con su familia para para reincorporarse al Teatro de La Santa Cruz de la ciudad.

En ese momento, por real decreto de Fernando VII, fue llamado para sustituir a Saverio Mercadante como gerente de los teatros de Madrid. Ramón Carnicer, que acababa de llegar, y que tenía a su familia y su trabajo en Barcelona, se negó. No contento con la decisión, Fernando VII mandó secuestrarlo y se lo llevó en calidad de preso a Madrid para asumir el mando de los teatros de la Corte, el Teatro de la Cruz y el Teatro del Príncipe (1827). Nos encontramos por tanto ante ¡un robo humano! Un secuestro en toda regla. Para suerte de Ramón Carnicer, su historia terminó con un final feliz ya que su familia pudo trasladarse con él a Madrid. Su figura goza de un gran reconocimiento debido a que, con su buen hacer, contribuyó a la revitalización de estos teatros que dirigió magistralmente durante siete temporadas completas entre 1828 y 1845. —Además, terminó siendo director del Conservatorio de Madrid—. 

Seguimos con los secuestros humanos. Concretamente, con un secuestro virtual: 

Como decíamos, un secuestro virtual y en este caso, el que sufrieron los miembros del grupo guipuzcoano Delorean en México en el año 2010. Los cuatro integrantes fueron liberados por la policía tras estar 48 horas retenidos en un hotel. ¿Cuál fue la estrategia? 

Los secuestradores se hicieron pasar por policías mexicanos. Les llamaron pidiéndoles que se cambiaran de hotel alegando que había riesgos para su seguridad. Además, también les pidieron que se deshiciesen de sus teléfonos móviles para evitar cualquier contacto con el exterior. Cuando los miembros de Delorean se trasladaron al nuevo hotel, fueron informados de que estaban secuestrados. Al mismo tiempo, mientras los miembros de la banda eran retenidos con llamadas intimidatorias, los secuestradores llamaban a sus familias pidiendo un rescate de 300.000 euros. Finalmente la ertzaintza en colaboración con la policía mejicana, consiguieron liberar a los músicos. 

En honor a Delorean terminamos esta sección de Los lunes al do con el icónico tema de la película Back to the Future The Power of Love de Huey Lewis and the News.

Anónimo IV

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